A lo largo de la temporada 2019, los puertos de Palamós y Roses recibieron 56.700 pasajeros, cifra que supone un incremento del 11 % en número de pasajeros respecto a la temporada anterior. En lo que se refiere a escalas, se hicieron 50, cuatro menos que en 2018. Los dos puertos de la Costa Brava recibieron conjuntamente diez líneas de cruceros, un 70 % de las cuales eran de lujo. Respecto a la procedencia de los pasajeros, un 80 % provenían del Reino Unido, un 8 % de América del Norte y un 3 % de Alemania. El impacto económico estimado de la actividad de cruceros en el territorio fue de 4,1 millones de euros, según un estudio de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros, que estima que cada pasajero que desembarca gastó una media de 62 euros, y cada tripulante 23. A estas cifras hay que añadir los 6 euros por pasajero por el gasto vinculado al barco en concepto de servicios portuarios.

Los resultados alcanzados durante la temporada de cruceros 2019 han sido posibles gracias a la fidelidad de las compañías, la captación de nuevos buques para Palamós y Roses y la importante labor de promoción internacional que las diferentes instituciones llevan a cabo dentro del sector con la marca Costa Brava Cruise Ports. La actividad de cruceros ayuda a desestacionalizar la oferta turística, dinamiza económicamente los puertos, los municipios y el destino turístico y les da un fuerte impulso en lo que a proyección internacional se refiere.

Una proyección que, en mayo de 2020, tendrá su punto álgido con la organización en la Costa Brava de la asamblea anual de Medcruise, la asociación de puertos con tráfico de cruceros en el Mediterráneo.