Los puertos de Palamós y Roses, miembros de la marca Costa Brava Cruise Ports, cerraron la temporada de cruceros 2018 con 54 escalas y con más de 51.000 pasajeros, cifras que representan un incremento del 17 % y el 13 %, respectivamente, con relación a los datos del año pasado.

El impacto económico estimado de la actividad de cruceros en los dos puertos de la Costa Brava fue de 3,8 millones de euros. Este importe se extrae del estudio del sector, que estima que cada pasajero que desembarca se gasta una media de 62 euros, y cada tripulante, 23 euros. Además, hay que añadir el gasto vinculado al barco en concepto de servicios portuarios, que es de 6 euros por pasajero.

El liderazgo del puerto de Palamós, la suma del puerto de Roses y el gran papel del destino turístico son piezas clave para el éxito de los cruceros en la Costa Brava. Esta actividad ayuda a desestacionalizar la oferta turística e impulsa socioeconómicamente la provincia de Girona.