Ruta de los jardines botánicos: Balcones sobre el Mediterráneo
Ubicados en lugares de belleza espectacular, a menudo en forma de balcón sobre el mar, los jardines botánicos de la Costa Brava reúnen especies típicamente mediterráneas con plantas exóticas procedentes de los trópicos. La Costa Brava cuenta con cuatro majestuosos jardines llenos de vida, repartidos entre dos comarcas, la Selva y el Baix Empordà. Los jardines de Marimurtra, en Blanes; el Pinya de Rosa, entre Blanes y Lloret de Mar; los de Santa Clotilde, en Lloret de Mar, y el de Cap Roig, en Calella de Palafrugell son espacios llenos de poesía, belleza y armonía capaces de transportar, evadir y aislar de su realidad cotidiana a las personas que se adentran en ellos.
Aparte de la riqueza vegetal de estos espacios, su elevada situación sobre el mar lleva al visitante a contemplar impresionantes paisajes formados por el contraste entre el agua, el cielo y las escarpadas rocas contra las que rompen las olas. Los espacios ajardinados invitan al paseo a pie, a la calma, a la contemplación detallada, por lo que es recomendable dedicar algunas horas a recorrer cada uno de estos jardines.
El jardín botánico Marimurtra, en la población marítima de Blanes, de 16 ha de superficie, está ubicado en la ladera sureste de la montaña de Sant Joan en Blanes, sobre los acantilados. En el año 1921, el científico alemán Karl Faust creó el espacio idóneo para reunir más de seis mil especies vegetales entre árboles y plantas procedentes de todo el mundo; así, las palmeras de Chile, bambúes o árboles característicos de África y México están presentes en el jardín. A lo largo del recorrido, se encuentran rincones de descanso con poesía, fuentes de agua potable y miradores con maravillosas vistas al mar Mediterráneo. En el interior del recinto se encuentra la Estación Internacional de Biología Mediterránea, donde se estudian las especies que forman parte del jardín. http://www.marimurtra.cat/
El jardín botánico tropical Pinya de Rosa, de Blanes, fue un proyecto impulsado por el Dr. Ferran Rivière de Caralt en 1945. El conjunto de la colección comprende más de siete mil especies de distintos géneros, aunque destaca la adaptación al entorno mediterráneo de especies vegetales características de los trópicos. Los ejemplares que iban ampliando las series procedían, en algunos casos, de su hábitat natural, y en otros, de jardines botánicos, donaciones particulares y viveros de todo el mundo. Entre las colecciones más destacables deben citarse las de las familias de aloe, Opuntia y cactus, consideradas como las mejores del mundo. De este modo, plantas y árboles como los ya mencionados y muchos otros conviven en un contexto rico en vegetación autóctona. http://pinya-de-rosa.es/
Los jardines de Santa Clotilde, en Lloret de Mar, se encuentran en un paisaje de gran belleza, sobre un acantilado con impresionantes vistas al mar, en la playa de Sa Boadella. Este jardín romántico de 26.000 m2 de superficie fue proyectado en el año 1919 por Nicolau Maria Rubió i Tudurí, y se caracteriza por la clara influencia italiana y la coherencia formal que existe entre el jardín y la obra arquitectónica de los alrededores. Los jardines de Santa Clotilde albergan distintas esculturas de mármol y se caracterizan por la ausencia de flores, que contrasta claramente con la gran variedad de plantas. La gran mansión que corona este jardín botánico acoge cuatro importantes colecciones: la de pintura, la de tapices, el museo naval en miniatura, que contiene rarísimas piezas de plata y orfebrería, y la colección, única en su estilo, de cerámica catalana especializada en temática marítima. http://lloretdemar.org/es/que-visitar/no-te-lo-puedes-perder/334-jardines-de-sta-clotilde
El jardín botánico de Cap Roig, en Calella de Palafrugell. A mediados de los años veinte, el matrimonio Woevodsky llegó a la Costa Brava intensamente atraído por la belleza del lugar y estableció allí su residencia, construyendo un castillo de inspiración tardomedieval y unos jardines. El trabajo de ajardinamiento realizado por Dorothy Webster, aristócrata inglesa y decoradora, aficionada a la arqueología y a la jardinería, y de Nicolai Woevodsky, aficionado al dibujo y a la arquitectura, permitió construir este paraje único donde se congregan las especies vegetales más características de la región mediterránea con plantas de los cinco continentes.
Este parque se convierte en un punto de encuentro obligatorio para los amantes de la música y las artes escénicas durante los meses de julio y agosto, en los que se celebra el Festival Jardins de Cap Roig. http://www.caproigfestival.com/es/como-llegar/